COMO SE SI LO HUBIERA APRENDIDO DE MEMORIA, EL SUJETO IMPUTADO DE HABER INCENDIADO DOS ESCUELAS INTENCIONALMENTE, RECITO UNA ESTRATEGIA DE DEFENSA ANTE UNA MINIMA Y CASI DESGANADA INTERPELACION JUDICIAL.
El acusado, de 23 años de edad, adujo haber estado bajo los efectos de psicofármacos mezclados con alcohol cuando personal policial lo detuvo saliendo del edificio en el que funcionan las escuelas Nro 20 “Angela Loij” y la Nro. 26 “Senadores Fueguinos”, en llamas.
A las 9 de la mañana de ayer lunes 26 de agosto comenzó a desarrollarse en juicio oral y público el tratamiento de la causa Nro. 794, caratulada “Jaime, Daniel Alexis s/ daño agravado”, referida al incendio intencional que causó grandes pérdidas materiales en el edificio emplazado en la calle Juan E. Ibarra 64 de la ciudad de Río Grande, hace seis meses atrás.
Los encargados de enjuiciar el proceder del único imputado en el caso son los magistrados Eduardo López, en carácter de presidente del tribunal; Juan José Varela y Daniel Ernesto Borrone en las vocalías, oficiando de fiscal, Pablo Candela y de defensor, Mariano Sardi.
Es de destacar que es la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, quien representa a la parte querellante en el juicio, con el patrocinio de las abogadas Violeta Coronel y Roxana Sánchez, dado que el perjuicio al erario público derivado del incendio intencional asciende a más de doce millones de pesos.
Daniel Alexis Jaime fue procesado por el delito de “daño agravado” luego de que efectivos policiales de la Comisaría 3era lo sorprendieran intentando alejarse en rápida carrera del edificio en llamas, portando una mochila en cuyo interior habían elementos comprometedores que lo vinculaban en forma directa con los múltiples focos ígneos intencionales que después serían descubiertos en las aulas.
Durante la primer jornada de debate realizada en la sede del Distrito Judicial Norte, en el ex campamento YPF, Jaime accedió a prestar declaración ante el tribunal, limitándose a efectuar una suerte de recitado, con voz monocorde y rostro inexpresivo, en el que justificó su proceder en un presunto estado de inconsciencia provocado por la ingesta de barbitúricos y alcohol.
LAS PALABRAS DE JAIME
“El día 16 de marzo a las 6 o 7 de la tarde me llama mi viejo diciéndome que mi mama estaba en muy mal estado y que le habían dado 30 días de vida. Ella estaba enferma de cáncer. Me puse muy mal y deprimido. Tomé pastillas con alcohol y me pasé. Y me perdí. Y desde esa hora no tuve conocimiento hasta que pasó eso (- en alusión al incendio) -. Me enteré en la Comisaría cuando un policía me dijo que había prendido fuego una escuela. Andaba perdido. No tenía conocimiento de lo que hacía. Me puse deprimido tome pastillas con alcohol y me perdí. No estaba consciente de lo que hacía” – declaró Jaime ante los jueces, en forma textual.
POCAS PREGUNTAS
Finalizada la breve exposición del acusado, tuvo lugar un más breve aún interrogatorio que llamó la atención por la laxitud del mismo y por la falta de cohesión entre las preguntas. De este modo se le consultó al enjuiciado “¿Por qué se truncaron tus estudios educativos, fue por decisión propia o te expulsaron de la escuela?”, “¿Su mamá estaba internada con algún tratamiento médico anterior?”, “Usted acostumbraba tomar pastillas y alcohol?”, “¿Eran suyas las pastillas?”, entre otros interrogantes que giraron en torno a como había comprado los psicofármacos, puntos a los que el sujeto se limitó a negarse a responder de manera tajante.
Una vez que quedó claro que las pastillas a las que se refería el imputado son R., y A., que habría mezclado según sus dichos “con whisky”, Jaime se quejó de que “sufrí un corte en el dedo índice pero la Policía no me llevó al hospital hasta tres días después”. Poco antes también se había quejado de que “no me dejaron ir a ver a mi mamá. Ella murió a los 15 días de estar detenido”.
En la ocasión, también se hizo público el resultado del estudio sanguíneo de alcoholemia al que Jaime fue sometido seis horas después del hecho, el que arrojó un resultado positivo de 0.82 gramos de alcohol por litro de sangre.
Es de destacar que en todo momento Daniel Jaime insistió con el mismo argumento defensista: “Estaba depresivo e intoxicado. No recuerdo nada. Después que salí de mi casa no me acuerdo nada más”.
En el recinto, algunos abogados comentaron por lo bajo que los dichos del imputado responden a un “machete” aprendido de memoria, dado que si se determina que obró en estado de inconsciencia podría ser declarado inimputable y por ende, absuelto.
HOY DECLARARAN DOS TESTIGOS
En la jornada de hoy está prevista la declaración de dos testigos más que se sumarán al testimonio brindado ayer por los efectivos policiales que procedieron a la detención de Daniel Jaime, en inmediaciones del establecimiento escolar de Chacra IV y al de un kiosquero al que el acusado le compró cigarrillos.
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