En los pasillos judiciales federales se recuerda a García Lois como una persona que “se fue enojada” al dejar sus funciones de fiscal para acogerse al beneficio jubilatorio.
En el texto de su presentación el ex fiscal se atribuye la voz de una supuesta víctima de tocamientos impúdicos y empleada del Juzgado Federal de Ushuaia, aunque la mujer no radicó ningún tipo de denuncia. En un texto plagado de “habría”, el ex fiscal desafió al juez Alejandro Ferreto “a tener el valor de intervenir e investigar” a quienes fueron sus pares, el juez Federico Calvete y el fiscal Juan Soria.
Los ciudadanos de Tierra del Fuego se enteraron el día miércoles último, a través de la versión web del diario capitalino La Nación, de la existencia de una curiosa presentación judicial por parte del ex fiscal federal actualmente jubilado, Adrián García Lois, contra el juez federal, Federico Calvete y el fiscal Juan Soria, de Ushuaia.
En su etapa de actividad, García Lois se hizo conocido por su polémica intervención en varias causas, como por ejemplo una muy resonante del año 2014, cuando la Policía de Ushuaia interceptó un rodado Renault Duster en inmediaciones de la Rotonda del Indio, en el ingreso a la ciudad, en momentos en que un camionero sacaba un bolso con 50 kg de marihuana y 1 kg de cocaína, de la caja de herramientas de su camión y se lo entregaba a dos sujetos. Aunque Lois admitió ante la prensa que se trataba hasta ese momento del mayor caso de drogas de la provincia, que se denominó “Operativo Combo Austral” – solo requirió para los involucrados 6 años de prisión. Sobre el escuálido y criticado monto de la pena que Lois acordó con el abogado defensor, dijo que “en un juicio oral se hubiera podido lograr una condena un poco más alta pero implicaba un proceso largo y el riesgo de que surgiera alguna nulidad”.
Ahora, Lois vuelve a la pantalla mediática con un caso que él describe en el texto de su presentación ante el titular del Juzgado de Familia, Género y Minoridad Nro. 1, Alejandro Ferreto, con abundante uso de los verbos en potencial: “Los tocamientos, además de un abuso sexual, habrían dejado serias secuelas en la víctima, que además no sería la única empleada en esas condiciones de abuso, sino que también habría existido un abuso de autoridad y acoso laboral. Esta situación de manoseos habría sido encubierta por funcionarios y magistrados de las fiscalías federales, quienes en vez de denunciarlo, le habrían ofrecido a la víctima un cambio de Fiscalía y hasta podrían haberle ofrecido dinero a cambio de que no denunciara lo sucedido (sic)”.
La Nación menciona también que fuentes consultadas vincularon la denuncia con rencillas internas por cuestiones de “cargos” por parte de la empleada y otras, con las que habló Diario Prensa Libre, no le dieron mayor crédito por recordar que García Lois fue también protagonista de una denuncia en sede federal, retirándose a su jubileo disconforme con la actuación de sus pares en ese caso.
En forma extraoficial se pudo saber que el planteo del fiscal federal pasivo Adrián García Lois contra su par en actividad, el fiscal federal Juan Soria, fue desestimada por la inexistencia de la denuncia de la supuesta víctima. El tipo de delito, por ser de instancia privada, requiere para su consideración, que haya sí o sí una denuncia formal.
Diario Prensa
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