“La casa es chica – los C 130 – pero el corazón es grande”

“La casa es chica – los C 130 - pero el corazón es grande”

La Antártida Argentina forma parte del patrimonio cultural e identitario de cada ciudadano de nuestro país, desde la infancia misma, cuando en las aulas se trabaja con la silueta cónica de un territorio que se sabe lejano, gélido y propio. En concordancia, forman parte del calendario de conmemoraciones fechas como el 22 de febrero, Día de la Antártida o el 21 de junio, en que se alude al Día de la Confraternidad Antártica.
Para ilustrar a nuestros lectores sobre la historia de aquel pedazo de suelo en el que un grupo de civiles y militares a diario ratifican soberanía con su presencia, Diario Prensa Libre invitó al especialista en temas antárticos, docente y militar retirado, Alejandro Bertotto, a compartir sus conocimientos.

En la foto estoy volando desde Ushuaia (AIUMA) a Marambio (MBI), descansando sobre los packs de carga del Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina. Sin dudas fue un hermoso viaje y otra gran experiencia de las tantas visitas que tuve el gusto de hacerle a esa querida base antártica de la Fuerza Aérea Argentina.

¿Y por qué allí, sobre la carga?. Por dos razones: una, porque en los cruces LAN, como llamábamos a los vuelos logísticos entre el continente y el continente blanco, yo no ocupaba plaza, así que me ubicaba en donde hubiera lugar y la otra y verdadera… ¡porque era el mejor y más placentero lugar para viajar, nadie molestaba, se dormía muy cómodamente, con total tranquilidad y se hacía cortísimo el cruce.

“La casa es chica – los C 130 - pero el corazón es grande”

Aquella fue una época de excelente relación entre las instituciones nacionales y Tierra del Fuego, en especial en la cotidianeidad con los responsables del departamento Antártico del Comando de Operaciones Aéreas. Esto además de generar un muy agradable ámbito laboral nos daba como fueguinos el privilegio de poder ocupar en los cruces logísticos a base Marambio, las plazas que Fuerza Aérea nos asignaba. Así cientos de fueguinos en aquellos tiempos tuvieron oportunidad de conocer y pisar el helado suelo del continente blanco. Y como decían mis colegas: “Para ustedes siempre hay lugar para uno más…”.

Lastimosamente ya entrando al siglo XXI el nuevo gobierno fueguino no supo mantener aquel buen trato con nuestros aviadores antárticos y la relación se fue enfriando. “La Chancha” ya venía poco, cruzaba directo desde Río Gallegos y sólo operaba en Ushuaia para levantar alguna carga.
Una pena.


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Diario Prensa
Noticias de:  Ushuaia – Tolhuin – Río grande
y toda Tierra del Fuego.

http://www.diarioprensa.com.ar


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