Por los delitos de lesiones, robo con armas, amenazas, hurto, coacción, resistencia a la autoridad y daños, varios de ellos de modo reincidente.
El Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Sur condenó ayer a Máximo Gustavo Walter Fabre, Daniel Eduardo Oñate y Emiliano Andrés Alonso, a penas que van desde los 3 a los 6 años de prisión de cumplimiento efectivo, por haberse demostrado que son autores de numerosos hechos delictivos en los que vecinos de Ushuaia resultaron heridos o damnificados economicamente.
Luego de que los jueces del Tribunal en sucesivas audiencias tomaran la semana pasada alrededor de 35 declaraciones testimoniales, dos de los imputados admitieran la autoría de los hechos y en la jornada de ayer se produjeran los alegatos, este miércoles se dio lectura al veredicto según el siguiente detalle:
Máximo Gustavo Walter Fabre: fue condenado a la pena de 3 años de prisión de cumplimiento efectivo como autor material y penalmente responsable de los delitos de robo agravado por escalamiento, en concurso real con encubrimiento por hechos cometidos el 7 de marzo. Fue absuelto de la acusación que pesaba por haber cometido los delitos de tentativa de hurto, resistencia a la autoridad y daños agravados.
Daniel Eduardo Oñate: fue condenado a la pena de 3 años de prisión de cumplimiento efectivo como autor material y penalmente responsable de los delitos de robo agravado por escalamiento reiterado (dos hechos), en concurso real con robo simple.
Emiliano Andrés Alonso: condenado a la pena de 6 años de prisión de cumplimiento efectivo como autor material y penalmente responsable de los delitos de amenazas reiteradas (cuatro hechos) en concurso real con lesiones leves reiteradas (cinco hechos), hurto en grado de tentativa, resistencia a la autoridad, estafa, robo con arma en grado de tentativa y coacción agravada por el uso de arma. El Tribunal además lo declaró reincidente por segunda vez.
Alonso, un sujeto peligroso
Emiliano Andrés Alonso es de los tres sujetos juzgados el que mayor pena recibió. Entre sus muchos antecedentes delictivos consta el ocurrido el 10 de enero de 2010, cuando en horas de la madrugada ingresó junto a otros dos secuaces a la estación de servicio Kamby S.A., sita en el ingreso a la ciudad de Ushuaia y con total sangre fría intimidó con un cuchillo y un arma de fuego al empleado del establecimiento para después golpearlo salvajemente. Después los malvivientes se dirigieron a la caja registradora en donde se alzaron con su contenido y se apropiaron del contenido de la billetera de recaudación del playero y la de uso personal.
Alonso protagonizó también otro sangriento episodio en el asentamiento Dos Banderas, en octubre de 2018, cuando le causó heridas a sus propios vecinos. En esa ocasión se produjo una verdadera batalla campal entre dos sectores, uno representado por integrantes del Sindicato de Camioneros, quienes fueron en respaldo de Alonso y otro, por vecinos y familiares de estos, cuatro de los cuales terminaron en el hospital.
El enfrentamiento había comenzado cuando los ocupantes de un predio próximo a la calle autodenominada “Monte Olivia”, instalaron un pilar y un alambrado para instalar un zepelín de gas y también lo hicieron – manifestaron – para evitar que Alonso construyera una nueva casa y obstaculizara una calle de uso común de los residentes del lugar. Alonso con gran violencia golpeó a cuatro personas, causándole a una de ellas un corte profundo y sangrante que requirió que le cosieran la cabeza con 10 puntos de sutura.
Alonso también fue denunciado por haber apedreado a las hijas de una de las vecinas linderas y fue filmado cuando desencajado salía de una precaria construcción de chapa con un palo en la mano y haciendo oídos sordos al personal policial, agredió a sus vecinos. El sujeto sindicado fue denunciado también ante la Justicia por el concejal mandato cumplido del PRO, Tomás Bertotto por el delito de amenazas.
Fabre y Oñate, con las manos en la masa
“Continuarán detenidos dos hombres descubiertos in fraganti delito” publicó Diario Prensa Libre en su edición del 9 de marzo de 2017, en referencia a un ilícito perpetrado por Daniel Eduardo Oñate y Máximo Gustavo Fabre, ambos de 31 años de edad actualmente y oriundos de la provincia de Córdoba.
Los dos sujetos fueron sorprendidos in fraganti delito, cuando intentaban sustraer elementos de valor del interior de una casa sita en calle Tekenika al 300, en Ushuaia, cuyos propietarios se encontraban de vacaciones fuera de la provincia y a los que Máximo Fabre, estaba vinculado por parentesco.
Fueron vecinos del lugar los que se extrañaron al ver el proceder de dos hombres jóvenes que habrían forzado una de las puertas del inmueble para acceder a su interior, ante lo que decidieron dar aviso a la Policía. Minutos después se hicieron presentes varias unidades policiales, iniciándose una persecución seguida con atención por ocasionales transeúntes y automovilistas. Los individuos intentaron tomar distancia de los efectivos trepándose a los techos pero a pocas cuadras, en la esquina de Kupanaka y Kuanip, fueron interceptados y aprehendidos hábilmente por el inspector Gustavo Ramírez y por el agente Pablo Almada de la Comisaría 2da.
El titular del Juzgado de Instrucción Nro 1, Javier de Gamas Soler, ordenó además el allanamiento de los domicilios en los que moraban los dos aprehendidos, uno en la calle Onas al 700 y otro en Del Norte al 1000. Grande fue la sorpresa de los policías cuando aparecieron numerosos objetos de valor denunciados como robados en las últimas semanas, en otros dos lugares de Ushuaia.
En uno de los casos, apareció en la requisa un televisor led, marca RCA, de 39 pulgadas, denunciado como robado por un particular de la calle Solís y en otro allanamiento también fueron encontradas computadoras All In One, Exo, denunciadas como robadas por personal del Ministerio de Educación, con sede en Onas al 400 (a tres cuadras del domicilio de uno de los imputados). Se pudo saber asimismo que en los allanamientos aparecieron, también relojes de oro, cámaras fotográficas profesionales marca Nikon y Sony y una suma estimada en los 23 mil pesos.
Según determinaron los investigadores, Daniel Oñate y Máximo Fabre no eran personas desconocidas para los dueños de la casa de Tekenika al 300. Muy por el contrario, en el caso de Fabre, es pariente de ellos. Esta cercanía pudo haberle permitido saber qué objetos de valor había dentro de la casa y en qué período se encontraría sin ocupantes.
Luego de ser detenidos los dos ladrones y al momento de ingresar la hija de los dueños al domicilio violentado, Vanesa Roibal, se encontró con un gran desorden en todas las habitaciones. En los rincones, habían sido amontonados los objetos que eran de su interés, para presumiblemente ser retirados del inmueble con mayor facilidad.
Con respecto a los dos hombres, se pudo saber que Fabre se desempeñó como camionero y que al igual que Oñate tenía poco tiempo de residencia en Ushuaia.
Diario Prensa
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