Escribe. Dr. Hernán Sasaki.
Hace más de 30 años, en el 88′ más precisamente, hicimos con mi equipo, el CUQ, una gira a Misiones. Fue tan buena la experiencia que la repetimos al otro año, jugando contra el Club Centro de Cazadores de Posadas.
Jamás pasé tanto calor en mi vida durante esos partidos. A las 15, el sol era el infierno mismo.
Recuerdo haber cortado las mangas de las camisetas Ulibarris, hechas de puro algodón. Del mismo material eran las medias y hasta los botines.
Así nos metimos vestidos a las duchas antes de salir a la cancha, con la tierra roja en nuestras camisetas celestes que quedaron de color naranja como la piel y todo lo que la cubría.
El hotel era casi todo nuestro. ¿Y qué se nos ocurrió hacer? ¡Todo el equipo se puso a fregar la ropa en la pileta olímpica del hotel! ¡Y las pusimos a secar alrededor de la baranda! Cualquiera hubiera dicho que éramos adolescentes con problemas de conducta…
Ya con muchas canas, en un pasillo de mi Hospital Regional de Ushuaia, un día me encontré a Olegario. Francamente al comienzo no lo reconocí. Ya no éramos más pichones y los rasgos de la adolescencia se los había llevado el tiempo. En el comedor coincidimos en que habíamos jugado al rugby y que habíamos sido rivales en esos dos años de giras. El me contó que Willy Donato se había alojado en su casa. Y otras anécdotas con Matías Espinosa, Patricio Henson, Patricio Joghems y Gonzalo Sánchez salieron de la memoria como desempolvados recuerdos.
Hoy nuestros hijos juegan en el mismo Club y en la misma división. ¡Y hoy su club salió campeón!
Las Águilas Ushuaia.
Ayer Olegario Ramos, Hernán Sasaki.
Hoy “Gero” Ramos, Ezequiel Sasaki.
Pensar que teníamos la misma edad de estos dos chicos que están en la foto. Cómo pasa el tiempo…
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Diario Prensa
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