Ante la pretensión del presidente de que los gobernadores recorten 60 mil millones de dólares para bajar el déficit nacional.
El gobernador fueguino fue invitado, junto a los 23 restantes mandatarios del país, para participar de una videoconferencia con el ministro de Economía Luis Caputo y otros funcionarios del área, pero declinó de participar. Tampoco estuvieron Axel Kicillof, por Buenos Aires; Gildo Insfrán, por Formosa y Ricardo Quintela, por La Rioja.
La Jefatura de Gabinete, a cargo de Guillermo Francos, armó una reunión por Zoom con gobernadores de todo el país, pero aunque invitó a los 24 mandatarios, cuatro de ellos no estuvieron presentes.
Las ausencias tienen directa vinculación con los dichos del presidente Javier Milei en su discurso de presentación del Presupuesto 2025, oportunidad en la que muy suelto de cuerpo sostuvo que para cumplir con su meta de bajar 25 puntos del PBI los gobernadores debían acompañarlo con un recorte total de u$s 60.000 millones.
Las declaraciones obviamente cayeron como un baldazo de agua fría, por lo que Francos creyó “conveniente” armar un encuentro virtual con todos los gobernadores y funcionarios de Economía “para aclarar las cosas”.
En la reunión finalmente estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Economía, Luis Caputo; el secretario de Hacienda, Carlos Guberman y el vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi. En la pantalla estuvieron vacíos los espacios asignados a Gustavo Melella, de Tierra del Fuego; Axel Kicillof, de Buenos Aires; Gildo Insfrán, de Formosa y Ricardo Quintela, de La Rioja.
Los primeros números surgidos de los análisis presupuestarios – se expuso en la reunión por Internet – marcaron que “las provincias deberán hacer una contribución para financiar el déficit nacional”.
Según la consultora EPyCA, $ 246.645 millones de las fuentes financieras en 2025 corresponden al recupero de préstamos otorgados a las provincias en años pasados.
La encuestadora informó que esto se explica íntegramente por el recupero de préstamos otorgados a las provincias, las que deberán pagar al Estado Nacional más que lo que el Estado Nacional les financiará este año, en un nuevo mecanismo de traslación del déficit financiero nacional a déficits financieros provinciales.
En lo que va del año, Nación suspendió casi de manera total el envío de transferencias discrecionales a las provincias. Asimismo, un total de 21 provincias (a excepción de Buenos Aires y La Pampa) firmaron el traspaso de obras públicas que tenía a cargo la Casa Rosada para que las pudieran ejecutar y finalizar los gobernadores.
Este nuevo cortocircuito – destaca El Cronista – ya había tenido una etapa anterior el jueves último cuando se reunieron los 23 gobernadores en el Consejo Federal de Inversiones – CFI – para reelegir a sus autoridades y aprovecharon, en un comunicado conjunto, a criticar al Gobierno Nacional por las deudas para la financiación y ejecución de obras públicas en sus respectivos distritos.
En esa carta, los mandatarios provinciales también solicitaron que se lleven a cabo las «transferencias corrientes y de las deudas correspondientes a los recursos de las cajas no transferidas y la distribución del Fondo Compensador del Transporte que se financia en forma específica a través del Impuesto a los Combustibles y que, sin embargo, se ha interrumpido».
Sobre la pretensión del presidente Javier Milei, el gobernador santafecino Maximiliano Pullaro tomó la representación de la voz de los mandatarios provinciales: «Preocupa que se le siga pidiendo esfuerzo a las provincias. Mi provincia no va a hacer un aporte más grande al Estado nacional, porque le aporta tres veces y media más de lo que vuelve del Estado nacional a mi provincia».