El secretario de Gobierno de la Municipalidad de Ushuaia César Molina valoró la herramienta facilitada por el Concejo Deliberante para que los conductores en estado de ebriedad que afecten la propiedad pública se hagan cargo de los daños.
Hasta ahora, quienes derribaban carteles, rompían cordones de veredas o mobiliario urbano resultaban impunes a la hora de pagar los daños causados a consecuencia de conducir luego de ingerir bebidas alcohólicas y los costos de reparación o reposición eran cubiertos con los impuestos de los contribuyentes.
El secretario de Gobierno de la Municipalidad de Ushuaia César Molina destacó la importancia de la ordenanza Nº 6.355 que permitirá al Ejecutivo municipal exigir resarcimientos económicos a los conductores que ocasionen daños a los bienes públicos a consecuencia de conducir vehículos bajo los efectos del alcohol.
“Esta herramienta será de gran ayuda porque además de advertir sobre siniestros viales que pueden generar alguna lesión a las personas, marca la responsabilidad que se tiene para con la ciudad en el caso de que se produzca algún daño material. Es importante señalar también que se suman aspectos novedosos como por ejemplo la prohibición de circulación bajo la acción de estupefacientes, psicotrópicos, estimulantes u otras sustancias análogas, o de manera imprudente. Esto es así porque cualquier sustancia que altere la capacidad de conducir es peligrosa y como todavía no contamos con los elementos de detección, justamente a raíz de esta ordenanza se adquirirán” – indicó el funcionario municipal.
El abogado remarcó además que la normativa “refuerza la prevención” y afirmó que “hay que seguir trabajando en concientizar a los vecinos, sobre todo a los más jóvenes, por lo que permanentemente realizamos campañas en los medios de comunicación y redes. Esta ordenanza asimismo tiene como beneficio adicional el refuerzo del concepto alcoholemia cero vigente desde hace años en nuestra ciudad”.
César Molina expresó luego con satisfacción que “el último fin de semana se registraron muy pocos casos de alcoholemia positiva en el control realizado en más de 150 vehículos”, a la vez que anunció en concordancia que “buscamos ser disuasivos y hacer prevención.
Cuando los vecinos saben que hay controles, se cuidan un poco más. Seguiremos haciendo campaña permanente para que se incorpore como hábito que quien maneja no debe ingerir alcohol”.
En cuanto a los valores actuales de las multas por infringir la norma que prohibe manejar luego de ingerir bebidas alcohólicas, el letrado informó que “van desde un millón cuatrocientos mil pesos a cuatro millones de pesos. Es un monto significativo que tiene que llevar a considerar que siempre será más económico tomarse un taxi. Además del pago de la multa también se debe considerar que te sacan el vehículo y te retienen la licencia por tres meses. Las consecuencias son graves. En el Municipio estamos trabajando siempre en acciones preventivas y en la seguridad, pero ante la infracción y el no cumplimiento, llega la multa, que es la acción posterior y lo que se quiere evitar. Siempre queremos que entre todos aportemos”.