La perrita labradora de 16 años de edad que formaba parte del equipo del Cuartel Central de Bomberos de Ushuaia, prestó valiosísimos servicios a la comunidad en situaciones extremas.
Con barba blanca, más blanca que su característico pelaje claro y su andar lento, Ona se despidió de un mundo al que ella aportó su coraje en innumerables rescates y situaciones de extrema complejidad. Todo el Cuartel Central de Bomberos de Ushuaia y muy particularmente quien la cobijó en sus últimos años en su hogar, el comandante mayor Hugo Canseco, están de luto, como así también la comunidad de Ushuaia a la que ella no dudó en entregarse en cada acto que se la requirió.
Desde la institución hicieron saber de la partida de Ona, con una carta abierta colmada de amor: “El adiós a la labradora de rescate de los Bomberos Voluntarios de Ushuaia, sume en la tristeza a toda la comunidad bomberil y también a todos los amantes de los animales. La historia de Ona es un ejemplo conmovedor de lealtad, valentía y compañerismo que resuena profundamente en aquellos que valoran la relación única entre humanos y animales.
La dedicación de Ona a su trabajo a lo largo de los años, participando en rescates y asistiendo a entrenamientos, reflejó su extraordinario carácter y habilidades. Como buen labrador, su amor por el agua y su capacidad para trabajar en condiciones difíciles la convirtieron en una integrante invaluable del equipo de rescate.
Su convivencia en los últimos años con el comandante mayor Hugo Canseco, evidencia un vínculo especial, lleno de cuidado y afecto mutuo. El no solo le brindó un hogar, sino también amor y compasión, asegurando que Ona viviera sus últimos años con dignidad y confort, a pesar de la enfermedad que la retiró de sus funciones.
La contribución de Ona a la comunidad y su presencia carismática y social, que alegró a muchos en sus presentaciones, dejarán una huella imborrable. Su historia es un recordatorio de la invaluable contribución de los animales en roles de servicio y de cómo enriquecen nuestras vidas.
Hoy, luego de 16 años Ona se despide, es un momento para recordar su espíritu inquebrantable y agradecer su servicio incondicional. Su memoria perdurará en el corazón de aquellos que tuvieron la suerte de conocerla y trabajar con ella. ¡Gracias, Ona, por tu dedicación y amor incondicionales!. Tu legado seguirá inspirando y tocando corazones mucho tiempo después de tu partida”.