El igneo se originó en una casa ubicada en el sector Cerro Vinciguerra, en los fondos y altos de Andorra y en una zona muy boscosa. Hubo miedo de que se extendiera y convirtiera en un incendio forestal imparable, tal como ocurrió en la Reserva Corazón de la Isla, en Tolhuin, iniciado en noviembre del 2022 y extinguido en mayo de 2023.
El enclave de viviendas en pleno bosque y en lugares inaccesibles para las unidades de bomberos y ambulancias volvió a poner en vilo a los habitantes de la ciudad capital. El fuego no causó víctimas pero sigue siendo una amenaza constante que las autoridades no se deciden a analizar.
Un descomunal incendio cuyo resplandor podía verse desde varios puntos de la ciudad se registró alrededor de las 20, del martes 27 de agosto, en lo alto de Ushuaia. El igneo, pasible de ser considerado de interfase por haberse producido en un sector muy boscoso, se registró en una casa de amplias dimensiones, de madera y chapa, identificada con el Nro. 78 y emplazada en la zona denominada Cerro Vinciguerra – Banderín Nro. 11.
Con gran dificultad, como ocurre cada vez que se desata un siniestro en asentamientos habitacionales enclavados entre los árboles, y a los que solo se puede acceder por senderos de tierra y roca, tres dotaciones del Cuartel de Bomberos Zona Norte debieron trabajar contra reloj para tratar de frenar el avance de las llamas y preservar a la gran cantidad de vecinos que se habían autoconvocado para intentar infructuosamente ayudar de algún modo.
En medio de gritos y gran nerviosismo, el personal bomberil pudo descartar la existencia de personas en el interior de la casa en llamas, habiendo sus moradores, Néstor Alexis Monzón, de 24 años de edad y Carina Andrea Quiroga, de 48 años, logrado ponerse a salvo. No obstante, el hombre sufrió una lesión de carácter leve en uno de sus brazos, producida en su afán de extraer del interior de la construcción, varias garrafas de gas.
Personal policial de la comisaría quinta y de la División Policía Cíentifica trabajaron también en el lugar, quedando pendientes las tareas de remoción de escombros para determinar el foco y las razones del siniestro, para el día miércoles 28 de agosto. No obstante, trascendió que los propietarios del lugar señalaron que en momentos en que se encontraban en la vivienda, comenzaron a observar chispazos eléctricos sobre el piso, sin agregar más precisiones.
De esta manera se dieron por finalizadas las tareas de extinción y una vez más la población respiró aliviada por el peligro constante de incendios de interfase – ígneos que se desarrollan en áreas de transición entre zonas urbanas y forestales, en donde las estructuras edilicias se entremezclan con la vegetación – que se registran en Ushuaia por su particular conformación habitacional.