Rodrigo De Iuliis, de 27 años, se convirtió en el primer argentino en defender un título universitario en el continente blanco. Desde la Base San Martín, presentó su proyecto final sobre la mejora de la red de comunicaciones en la Antártida.
Rodrigo De Iuliis hizo historia al convertirse en el primer argentino en graduarse en la Antártida. A casi 5000 kilómetros de su Hurlingham natal, el joven de 27 años finalizó la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), defendiendo su proyecto final en la Base San Martín, una de las 13 bases científicas argentinas en el continente blanco.
Su trabajo, titulado Montaje, implementación y gestión de una red local integral de comunicaciones en la Base Antártica San Martín, no solo representa un logro académico personal, sino que también tendrá un impacto directo en la operatividad de la base. El proyecto propone una mejora en el sistema de comunicaciones, actualmente dependiente de enlaces satelitales, facilitando la comunicación interna en la base y reduciendo la dependencia de la red satelital. “Noté que había inconvenientes dentro de la base para comunicarnos. Diseñé un sistema que, mediante una aplicación en los celulares, permite realizar llamadas y enviar mensajes sin depender del enlace satelital”, explicó De Iuliis.
De Iuliis comenzó su formación en telecomunicaciones en la escuela técnica aeronáutica de El Palomar, donde despertó su interés por la tecnología de comunicación satelital. Su curiosidad por entender cómo la información viaja a través de miles de kilómetros lo llevó a inscribirse en la UNSAM, donde comenzó sus estudios en 2017. En 2023, y tras pasar varias etapas de selección, fue elegido para participar en la pasantía organizada por el Instituto Antártico Argentino (IAA), lo que le permitió vivir la experiencia única de trabajar en la Antártida durante un año.
Durante su estancia en la base, Rodrigo completó su último año de carrera a distancia, lo que no fue sencillo debido a las condiciones extremas del continente. Su proyecto final fue defendido a distancia, pero la experiencia de trabajar en la base también le permitió aplicar lo aprendido en su carrera. «Fue un desafío, pero también un privilegio poder aplicar mis conocimientos en un entorno tan único», expresó el joven ingeniero.
Además del logro académico, Rodrigo también vivió momentos inolvidables, como observar las impresionantes auroras boreales y experimentar la inmensidad del paisaje antártico. “Es increíble e inmenso”, comentó sobre el glaciar que se encontraba a pocos metros de su residencia en la base. Sin embargo, no todo fue fácil. En junio de 2024, a los dos meses de haber llegado a la Base San Martín, Rodrigo enfrentó uno de los momentos más difíciles de su vida: la pérdida de su madre, Leticia. A pesar del dolor, se mantuvo firme en su propósito. «Vos nunca quisiste frenar mis sueños. Ahora, mucho menos voy a frenar», compartió en un emotivo mensaje en redes sociales.
Finalmente, al recibir su título, Rodrigo expresó con emoción: “Fue un broche de oro recibirme en la Antártida y de la carrera que amo tanto. En una semana ya vuelvo a Buenos Aires. Fue una experiencia única y emocionante”. Este logro no solo marca un hito personal para Rodrigo, sino también para el país, mostrando el alcance de la educación argentina y la importancia de la ciencia y la tecnología en entornos tan extremos como la Antártida.