En forma coincidente, el fiscal Ariel Pinno y el abogado querellante Francisco Ibarra, expusieron ayer sus alegatos ante los jueces para pedir la máxima pena para Gastón y Alejandro Badilla, Diego Moral y Fernando Guerrero. Hoy será el turno del defensor oficial y el particular.
Tanto la parte acusadora como el abogado contratado por la familia de las víctimas, consideraron que los cuatro imputados ejecutaron a sangre fría y con absoluta alevosía a Víctor “Willy” Perpetto y a Nahuel Roth, sin darles la mínima chance de defenderse. Los hechos ocurrieron en contexto de una disputa por drogas y entre bandas, por lo que los acusados siguen constantemente protegidos con chalecos antibalas.
Ayer, miércoles 4 de octubre, comenzó a desplegarse la etapa de alegatos en el juicio que tiene como imputados del asesinato de Víctor “Willy” Perpetto, de 40 años y Nahuel Roth, de 28 años, a Gastón Badilla, de 33 años, a Alejandro Héctor Badilla, de 65 años; a Diego Leonardo Moral, de 33 años y a Fernando Manuel Guerrero, de 26 años.
Durante la jornada expusieron en forma coincidente, en cuanto al monto de la pena, el fiscal Ariel Pinno y el abogado contratado por las familias de las víctimas para que los represente como querellantes, Francisco Ibarra.
Al hacer uso de la palabra el abogado particular, destacó que “los cuatro imputados actuaron con pleno conocimiento de sus actos, de manera coordinada, con distribución de roles, de modo intimidatorio previo a dispararles, y con la facultad plena de interrumpir su accionar cuando hubieran querido, pero no lo hicieron y siguieron adelante hasta consumar su propósito. Por lo tanto, pido prisión perpetua para los cuatro por considerarlos coautores del delito de homicidio agravado por alevosía, por alterar la escena en donde ocurrieron los hechos, usar armas de fuego y porque además procedieron con total desprecio por la vida humana, descartando los cuerpos en un basural”.
Para Ibarra el día de los hechos hubo una riña, Alejandro Badilla golpeó a Nahuel Roth con una cadena hasta atontarlo y en total estado de indefension le disparó 6 balazos. Por su parte, Víctor Perpetto fue directamente ejecutado cuando le apoyaron el arma sobre el gorro de lana que llevaba en la cabeza, estando arrodillado y también indefenso.
El fiscal afirmó por su parte que “Moral y Guerrero dispararon dos armas de fuego hacia las víctimas y a ambos se les encontraron residuos de pólvora en las manos. Gastón Badilla y su hijo Alejandro, tenían manchas de sangre de las víctimas y en éste último caso, sometió a Nahuel Roth con una correa, en una acción brutal”.
Hábilmente el letrado fue descartando todas las fantaseosas hipótesis planteadas por los acusados, como por ejemplo que los disparos que mataron a Perpetto y Roth provinieron del exterior de la casa, en un intento de deslindar responsabilidades en supuestos sujetos desconocidos. “Esto no ocurrió así porque las pericias demostraron que no se hallaron orificios de bala en las paredes exteriores del domicilio de los Badilla”.
En referencia al intento de los encartados de cargar las responsabilidades en Gastón Badilla, padre de Alejandro, Pinno sostuvo: “Esta no es más que una maniobra aviesa para liberar de cargos al hijo y depositarlos en su padre, una persona con problemas de salud y próxima a cumplir 70 años, lo que lo habilitaría fácilmente a que se le conceda prisión domiciliaria”.
Por último y sobre el justificativo dado por el imputado Fernando Guerrero, a quien la prueba dermonitrotest arrojó que tenía rastros de pólvora en sus manos, Ibarra lo desestimó de plano: “Guerrero dijo que el dia anterior había estado en un cumpleaños y que había prendido una vela tipo bengala en la torta de cumpleaños… Una justificación completamente absurda”.