El déficit fue de 34 mil millones de pesos en 2024 y se proyecta en 56 mil millones para 2025. Ante el inminente riesgo de colapso, el Tribunal de Cuentas elaboró un compendio de medidas que incluye aumentos en el aporte de los afiliados, limitaciones en la cantidad de beneficiarios por grupo familiar, topes en la cantidad de consultas médicas y prácticas anuales por paciente, y un mayor criterio ahorrativo y de planificación, entre otras.
La Obra Social del Estado Fueguino – OSEF – atraviesa una de las crisis económicas más graves desde su creación, con un déficit que supera los 34 mil millones de pesos en 2024 y una proyección de 56 mil millones de pesos para el año próximo.
Esta situación está afectando a más de 59 mil afiliados, quienes enfrentan serias dificultades para acceder a los servicios médicos y medicamentos. En las últimas semanas se ha hecho común encontrar carteles en farmacias de la provincia que informan que no están trabajando con OSEF debido a la falta de pago de la obra social.
Las farmacias que aún mantienen alguna cobertura, generalmente, solo cubren hasta el 40% de los costos de los medicamentos. Esta limitación obliga a los pacientes a pagar el porcentaje restante o, en algunos casos, a peregrinar infructuosamente por otras farmacias. Lo que agrava aún más el panorama es que muchos pacientes tienen recetas con medicamentos que superan el 40% de cobertura, lo que significa que deben regresar al consultorio médico para obtener nuevas recetas, generando más costos y tiempo perdido.
Esta crisis, que afecta principalmente a quienes dependen de tratamientos de alto costo, como los de enfermedades crónicas, ha generado un clima de incertidumbre y frustración entre los afiliados. Aunque la ley de financiamiento extraordinario permitió transferir hasta el 75% de lo recaudado por el Fondo de Financiamiento de Servicios Previsionales a OSEF, las medidas adoptadas hasta el momento no han sido suficientes para garantizar la viabilidad del sistema asistencial.
El Tribunal de Cuentas, a través de un informe actuarial, destacó la necesidad de implementar medidas estructurales y urgentes para evitar el colapso total de la obra social. Sin embargo, llama la atención que el organismo recién ahora se haya expedido públicamente en un documento que se dejó trascender solo a algunos medios de comunicación.
Este comportamiento resalta la actitud histórica del Tribunal de Cuentas, que se ha caracterizado por «hacer la vista gorda» ante el desmanejo de OSEF, un problema que persiste desde hace décadas. Desde la provincialización la obra social, con sus distintos nombres, IPAUSS, OSEF, ha operado con una sobredimensionada planta de personal y una falta total de ideas innovadoras para aprovechar sus propios recursos, como el emblemático edificio de la calle San Martín y Juana Fadul. Este inmueble, ubicado en pleno corazón de la ciudad, sigue siendo un «tesoro inmobiliario» sin un aprovechamiento rentable, mientras que OSEF continúa con graves dificultades financieras y demandando del sector privado aportes permanentemente excepcionales, para contribuir a su sostenimiento.
El informe del Tribunal de Cuentas recomienda varias medidas para mejorar la situación económico-financiera de la obra social, entre las cuales se incluyen:
• Incremento de Aportes y Contribuciones:
– Aumento del aporte de los afiliados titulares activos y pasivos del 3% al 5%.
– Establecimiento de un aporte adicional para cónyuges o convivientes con cobertura en otras obras sociales.
– Definición de un límite en la cantidad de integrantes del grupo familiar primario, con aportes adicionales por cada miembro excedente.
– Incorporación de trabajadores estatales que actualmente no contribuyen a la obra social.
• Topes a las Prestaciones:
– Establecimiento de límites anuales para consultas médicas y estudios por especialidad.
– Identificación del perfil socioeconómico y epidemiológico de los afiliados para optimizar la oferta de servicios.
– Relevamiento de los afiliados que consumen medicamentos de alto costo para reducir gastos innecesarios.
Las recomendaciones del Tribunal de Cuentas buscan sanear la situación económica de OSEF, pero la implementación de estas medidas podría generar resistencia entre los afiliados, quienes verían aumentos en los aportes que actualmente realizan.
En medio de esta crisis, los afiliados continúan enfrentando dificultades para acceder a los servicios que necesitan, sin obtener respuesta de la abultada cúpula dirigencial, receptora de también abultadas remuneraciones.
En definitiva, el Tribunal de Cuentas dio la voz de alarma. Si no se toman acciones concretas y estructurales, OSEF corre el riesgo de quedar completamente paralizada, dejando sin cobertura a miles de trabajadores activos, jubilados y sus familias.
La situación exige una respuesta inmediata y efectiva por parte del Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y las autoridades de la obra social.