¿Quién incendió “el Cabildo” de “Ushiuvia”?

Fue la primera Casa de Gobierno y uno de los primeros edificios de la capital fueguina.

Julio Cesar Lovece

La antigua Casa de Gobierno, denominada «El Cabildo» fue uno de los más antiguos edificios de Ushuaia. Se hallaba ubicado en la «manzana 8», sobre la costa, en avenida Maipú entre las calles 6 y 7, es decir las actuales Lasserre y 25 de Mayo. O más precisamente: en la esquina de Maipú y Lasserre, hoy ocupada por el Hotel Albatros.
Félix M. Paz, primer gobernador de estos territorios, propone ante el Poder Ejecutivo Nacional, a Ushuaia como capital de Tierra del Fuego. Es así que por decreto de capitalización del Poder Ejecutivo Nacional de fecha 27 de junio de 1885, apoyándose en la Ley Nro. 1532, se determina que la capital de la Tierra del Fuego, será la «población actual de Ushiuvia» (sic). Por lo tanto, nace con esta determinación política, la urgencia de disponer de una infraestructura básica para el personal administrativo y la del propio futuro gobernador. A continuación, el mismo Paz, logra que el Ministerio del Interior, a través de la oficina de Inspección General de Obras Públicas del Departamento de Ingenieros Civiles de la Nación, asumiera la responsabilidad de construir la Casa de Gobierno.
La licitación fue ganada por un empresario de la Boca, Carlos Isella, cuyas oficinas estaban en proximidades del Riachuelo, en la ciudad de Buenos Aires.
El 5 de febrero de 1886, comienzan las obras. Se trataba de habitaciones corridas de 4 por 4 m, comunicadas entre sí, en una estructura con forma de «U», algunas de ellas con ventanas al exterior y con una puerta a una galería cubierta que daba a un patio interior. Posteriormente esta galería fue vidriada, seguramente respondiendo a una necesidad de conservar la calefacción, en la temporada invernal. Propio de esa época, los sanitarios fueron construidos en forma muy elemental y alejados del edificio principal.
Esta obra, como los escasos edificios existentes de entonces, disponía de una estructura de madera, un techo con leve pendiente, techos de chapa ondulada de hierro y paredes recubiertas en su interior por madera y hierro galvanizado por fuera. Las puertas exteriores y ventanas debían ser de cedro y llevar postigos, mientras que las puertas y contramarcos interiores debían ser de pino blanco. Puertas y ventanas exteriores debían llevar tres manos de pintura y una de barniz y aunque originalmente no estaba previsto pintura en las paredes exteriores, para el año 1896 se encuentran registros que confirman que se hallaban pintadas de rojo.
La finalización de la obra de la casa de gobierno, que luego sería conocida como «El Cabildo», fue un año después de iniciada, es decir en 1887. En los planos originales, la superficie era de 294 m2 pero, de acuerdo al relevamiento llevado a cabo por el agrimensor Jorge Butza, quien realizara el primer trazado de la antigua Ushuaia en el año 1894, El Cabildo disponía de una superficie aproximada de 345 m2, con un frente de 25 metros y un fondo de 27 metros, más un patio central.
El edificio contaba con 17 habitaciones u oficinas y un zaguán. El ala izquierda, hoy sobre calle Lasserre, estaba ocupada por el despacho del gobernador, la oficina del secretario, el juez de Paz, la Comisión de Fomento de la localidad, la Biblioteca Popular, una habitación destinada a los empleados y la oficina de Correos. El ala derecha se hallaba ocupada por la Policía, la oficina del jefe y la vivienda familiar; posteriormente se construiría, a unos 4 metros aproximadamente, un edificio independiente para esta institución.
Como hecho premonitorio, el 26 de marzo de 1909, El Cabildo había sido objeto de un principio de incendio que logró sofocarse. En dicha ocasión el jefe de Policía, envió una nota al gobernador interino Francisco Cubas, sugiriéndole la adquisición de elementos para combatir este tipo de siniestros, además de prever tomas de agua e incluso, sugirió la formación de un cuerpo de bomberos. Parece que no fue tenido en cuenta a juzgar por los acontecimientos posteriores.
Durante los primeros días de junio de 1920, otro principio de incendio, originado en la oficina del juez de Paz, se logró dominar, pero nada se pudo hacer el 30 de junio de ese año cuando, a las 19.50, una salamandra con tiraje defectuoso, generó un incendio que resultó imparable y destruyó por completo el edificio.
Un policía de guardia, en la Comisaría que se hallaba a escasos metros, Ismael Ferrer, fue quien dio aviso. Un empleado, Francisco Moreno, según declaraciones posteriores, había dejado una salamandra encendida por orden del contador. El frío reinante por esos días, algunas canillas congeladas, la ausencia de elementos de combate necesarios, motivaron el desastre que destruyó todo en menos de una hora.
Surgieron varios entredichos buscando responsables. Para colmo, Emilio Vila, jefe técnico de los talleres del presidio y esposo de Elena Rey, directora de la Escuela Nro. 1, dos días después envía un telegrama a Buenos Aires, destinado a Juan Grandón, que había sido director del Presidio e incluso gobernador, con el siguiente texto:
«El cónclave que ha quemado mi buque, envalentonado quizá por haber quedado el hecho en la más vergonzosa impunidad acaba de quemar el edificio de la Gobernación quedando reducido totalmente a cenizas con toda la documentación incluso libros orijinales (sic) y duplicados del Registro Civil.”
Esta denuncia genera una fuerte controversia que el jefe de Policía se ve obligado a investigar. Se abre un sumario administrativo con el que se toma declaraciones al denunciante, quien ratifica sus dichos y a continuación varios conocidos antiguos pobladores producen su descargo. Los detalles serán motivo de otra interesante historia. Sólo resta mencionar que este sumario va a parar a Río Gallegos, Santa Cruz, de quien se dependía judicialmente, quedando en el olvido como la primera casa de gobierno

Bibliografía consultada: Revista Patagónica Nro. 19. «Arquitectura en Ushuaia. Los primeros edificios.» Alejandro Maveroff / «Presencia argentina en el Canal Beagle» José Cabezas. Editorial Bamba / «En la isla del fuego» 1° «Encuentros». Juan Belza. Instituto de Investigaciones Históricas de Tierra del Fuego. Pag. 117a 120 / «Ushuaia. 1884 – 1984 / Cien años de una ciudad argentina». Arnoldo Canclini / Municipalidad de Ushuaia. Pag. 175. / Archivos particulares.


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