El gobierno británico está realizando una consulta pública para saber si los pobladores respaldan el plan de explotación hidrocarburífera a desarrollarse en la isla de los Leones Marinos, parte del archipiélago usurpado.
La empresa israelí Navitas Petroleum sería la encargada de extraer 500 millones de barriles de petróleo a costa de destruir un área habitada por colonias de leones marinos, pingüinos y focas. El gobernador Gustavo Melella, en un tuit, repudió “el saqueo de nuestros recursos hidrocarburíferos, en flagrante violación al derecho internacional”.
La isla de los Leones Marinos que los habitantes de las Islas Malvinas llaman en su idioma “Sea Lion Island”, forma parte del archipiélago arrebatado a Argentina por el Reino Unido. Está situada a 14 km al sureste de la punta del Toro de la isla Soledad. Su fauna incluye muchos leones marinos, lo que precisamente le aporta el nombre a la isla. También hay varias especies de focas y pingüinos.
En ese lugar el Gobierno británico planea montar una plataforma para extraer – anticiparon en un documento oficial – unos 500 millones de barriles de petróleo.
Para ello, informó que hasta el próximo 5 de agosto iniciará un período “de consulta” a los isleños para saber qué opinan del proyecto que los haría ricos e incorporaría a un modelo económico muy diferente al actual de explotación ganadera y pesquera.
El Reino Unido calcula que en la Isla de los Leones Marinos hay un total de 1.700 millones de barriles de petróleo que extraería la empresa israelí Navitas Petroleum, firma que tiene en su poder la mayoría de los derechos de explotación sobre ese territorio. De concretarse la operación, la mayor parte de las ganancias irían a los accionistas en Israel y Estados Unidos, precisó el medio británico The Telegraph.
El petróleo de la Isla de los Leones Marinos sería procesado por un buque flotante de producción, almacenamiento y descarga, con camiones cisterna que llevarían el petróleo para venderlo en los mercados energéticos mundiales, agregó el diario londinense.
Cabe destacarse que las actividades de la empresa israelí involucrada, que desde hace tiempo viene desarrollando su tarea en Malvinas y en todo su área circundante, ya fueron cuestionadas por Argentina durante la gestión de Alberto Fernández en septiembre del año pasado.