Roma ya no defiende al oficialismo: “No hay ningún indicador de la economía que sea bueno para la gente”

Roma ya no defiende al oficialismo: “No hay ningún indicador de la economía que sea bueno para la gente”

En una extensa nota, el diputado fueguino admitió estar “desencantado” con el Gobierno nacional y señaló que en el PRO “todos los rencores se facturan”.

En una extensa nota que le dio a la revista Noticias, el diputado fueguino admitió estar “desencantado” con el Gobierno nacional y señaló que en el PRO “todos los rencores se facturan”. Roma también advirtió que “son varias” las carteras “mal manejadas” en nación.
Según la revista Noticias, el diputado fueguino “no es un político normal”. Literalmente: no hay casi ninguno como él. Para empezar, es el único masón confeso del PRO –aunque asegura que hay 30 “hermanos” más en la Cámara en la que es diputado-. Viene del fin del mundo, de Tierra del Fuego, donde soñó con un mundo revolucionario, pero se desencantó hacia el radicalismo y de ahí lanzó su gran apuesta: jugar sus cartas, allá por el 2003, al flamante estreno en la política del Presidente de Boca, y en su lejana provincia fue el segundo lugar donde compitió el partido de Macri.
15 años después el final del arcoíris no es como parecía. “Estoy desencantado con el Gobierno”, dice Roma desde su despacho en el anexo del Congreso, y no se sabe si sólo habla del presente gris del país o si también podría valer para su situación personal: el político tiene dos causas penales en su contra, por falsificar avales y robar identidades, hecho que se coronó con una incendiaria cámara oculta en la que admite varios delitos.
“¿Pensás que en la política es todo transparencia? ¿Creés que Mauricio hizo todo lo que dijo que iba a hacer? Si decía lo que en verdad iba a hacer no lo votaba nadie”, son algunas de las declaraciones que hace esa voz que Roma dice que no le pertenece y que fue hecha mediante la tecnología.
El diputado masón está frustrado con todos. “En el PRO los rencores se facturan”, dice. Es otra de las marcas únicas de Roma: las fuertes acusaciones que lanza contra el “populista” Monzó, contra Massot que “maneja el bloque como si fuera su quinta”, contra Aguad que “muchas veces le ha hecho cometer errores al país”, contra el marcospeñismo que “le genera al Presidente el síndrome de Hubris”, contra Esteban Bullrich, contra el manejo de la economía, contra la verticalidad del oficialismo, entre otras cosas, es sorprendente.
Roma: La apertura al mundo que pregonaba Macri después no la llevó a la práctica, por acción u omisión. Estoy convencido de que el Presidente tiene ganas de hacer muchas cosas pero no encuentra con quién. Por ejemplo, yo siempre participé de reuniones de seguimiento y control del ministerio de Defensa, he estado con los dos ministros y he visto, muchas veces, los ministros le quieren vender gato por liebre o lo quieren hacer cometer errores. En dos oportunidades tuve que intervenir para que eso no suceda.
-¿Dice que Aguad y antes Martínez lo querían hacer equivocar adrede al Presidente? ¿En qué situaciones intervino?
-Sí. Y eso en un ministerio que no es tan determinante, no quiero ni pensar en otros ministerios que hay más intereses. Intervine con dos temas muy claves: uno cuando Aguad quiso hacer una reducción de costos en la Antártida y yo dije “mire Presidente, si usted quiere reducir costos esto que propone el ministro no es lo que aconsejaría, lo que hay que hacer es reducir bases”. Macri tomó nota, tomó consciencia de la situación, y le dijo a Aguad que tomara nota. Aguad, al no saber ni preocuparse por el tema de Defensa, muchas veces le ha hecho cometer errores al país.
-¿Es la única cartera mal manejada?
-No, hay varias.
-¿La de Seguridad cómo la ve? En estos días hubo mucho debate por el nuevo protocolo de Seguridad.
-Lo de Bullrich está bien pero no soluciona el problema de fondo.
-¿Fue una movida electoral lanzar ese protocolo?
-Algunos están convencidos de que fue una movida electoral, porque el sector que vota a Cambiemos está pidiendo eso, y eso sale en las encuestas. Pero no creo que sea la solución. Necesitamos reformas de fondo. Por ejemplo, creí mucho en el discurso de que podíamos hacer una gran reforma educativa y pensaba que Estaban Bullrich iba ser el mentor de esa reforma, pero lamentablemente se tomaron otras prioridades.
-Lo noto desencantado con el Gobierno.
-Sí, un poco estoy desencantado. Lo que está pasando ahora le pasa a todos los líderes: se llama el síndrome de Hubris, quedan rodeado de algunos asesores y un microclima… y este es un país federal, a veces se hacen intervenciones en mi distrito o en otros sin saber bien que se vive, no se analiza bien ni se consulta, ni siquiera a los propios sobre lo que se puede hacer en Tierra del Fuego.
-¿Cuándo habla de que Macri está mal rodeado se refiere a Marcos Peña?
-Creo que hay dos grupos. Algunos que tienen una visión más federal del país y de poner blanco sobre negro, como la visión que tiene Carlos Melconian, y otros que están pensando en la próxima elección. En mi caso, me parece que el Congreso es un lugar donde no se puede mostrar realmente como es uno, como trabaja, Por acá pasó el Presidente, pasó Massa, está Scioli y ninguno hizo gran escollo acá. Las decisiones se toman en los ejecutivos, y los ejecutivos más determinantes son las provincias y la Nación. A veces vos pensás que estás en un grupo donde te van a consultar, al menos de tu provincia o del tema que sabes, y no pasa, se toman decisiones contra eso.
-Esa centralización del poder que parecería tener el PRO la marcaron muchos funcionarios que se fueron.
-Creo es un poco de miedo, piensan que escuchar otra opinión te hace perder autoridad o poder. Para mí el debate enriquece la mirada.
-Melconian, del que habló recién, dice que está complicado el rumbo de la economía. ¿Coincide?
-Plenamente. Hay que poner blanco sobre negro, y admitir la realidad ante la sociedad. Para salir vamos a tener que hacer grandes sacrificios todos, los que, por ejemplo, no se hicieron en la Cámara de Diputados. El Presidente pidió austeridad y el Presidente de la Cámara salió a comprar notebooks nuevas que las ves una vez cada 15 días, cuando hay una sesión, cambió el mobiliario, cambió la señalética del edificio: todo esto costó millones de pesos, y no se logró tener un espíritu de austeridad. Monzó tendría que haber sido más austero. Yo fui uno de los pocos que votó a favor de bajarse el sueldo, en contra de mis pares, y eso a muchos no les gustó. Monzó prefirió gobernabilidad y no hacer lo que el momento histórico le pedía. Habría que revisar cuantos empleados perdió la Cámara desde que llegó Emilio, a cuanta gente incorporaron, al arreglo que llegó con el gremio para incorporar a esa gente. Debería haber tenido otra actitud. Pensé que acá se podía ser un poco más independiente pero pagas caro cuando actuás distinto del bloque.
-¿Del bloque? ¿Tampoco tiene mucha sintonía con Massot?
-Esencialmente el tema es con él. Toma esto como su quinta y no se da cuenta que esa posición puede ser perjudicial. Él dice que no, pero me ha sacado dos contratos, que maneja el bloque, en función de mi voto a favor del aborto. Dijo que era porque había llegado tarde a la votación del Presupuesto, pero yo creo que viene de aquel momento.
-¿Los rencores se facturan en el PRO?
-Sí.
-¿Todo esto lo planteó ante tus pares?
-Si, pero el bloque tiene una conducción, la de Emilio indirectamente y Massot directamente…El gradualismo no sirvió, y esa es la verdad.
-Usted es partidario del shock.
-Sí. Adhiero mucho a la mirada de Espert o a la de Melconian, cuando él dice que de una vez por todas se le tiene que decir la verdad a la gente aunque no sea políticamente correcto y aunque eso no sirva para ganar una elección.
-¿Lo ve perdiendo al macrismo en el 2019?
-No, creo que el escenario… más allá de que no hay ningún indicador de la economía que sea bueno para la gente, creo que también hay una situación que favorece al Gobierno que es que hay un sector muy importante de la sociedad que no quiere que vuelva CFK.
-¿Cómo es su vínculo con la logia masónica?
-Estoy en la masonería desde que estaba en la universidad, desde los 18 años. Siempre ha habido masones en todos los partidos: hoy hay casi 30 hermanos en Diputados, de diferentes partidos. Entre nosotros nos conocemos y nos saludamos. Hay muchos empleados en la Cámara que son masones, y en el Ejecutivo también. El perfil del masón es de un profesional, de carrera, liberal, que busca el pensamiento crítico.
Se conocen desde antes los diputados masones? ¿Cómo es esa relación?
-Cada uno está en diferentes partidos, en el PRO hay muchos, y en el radicalismo y el PJ también. Casi todos de la Gran Logia (ndR: el grupo másonico más grande del país, alrededor de 10 mil “hermanos), pero hay un par que están en otra gran logia, la francesa. Para mí son todos hermanos.
-¿Hay algún alto cargo del Gobierno que sea masón?
-Varios.
-¿Hay ministros masones?
-Sí, hay un ministro y varios secretarios.
-¿Los masones del Gobierno tienen una vinculación especial?
-No necesariamente, hay logias muy importantes y fuertes, diría Carrió, con las que tengo unas cuantas diferencias, que hacen rosca judicial. La masonería es una sociedad que persigue que mejoren las personas que integran la institución, pero alrededor de eso se construyen un montón de cosas que no tienen nada que ver con la realidad.


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