Se trató del deceso de una octogenaria que falleció el sábado último en terapia intensiva del Hospital Regional Ushuaia.
F.C de 80 años de edad, ingresó a la UTI del Hospital Regional Ushuaia en estado muy delicado de salud. Con antecedentes de una enfermedad de base grave y trastornos respiratorios severos, fue conectada a una máquina de asistencia ventilatoria mecánica. Pese a los intentos de salvarle la vida, falleció.
El cuadro general evidenciaba un posible caso de coronavirus, lo que se terminó por descartar al arribar el resultado negativo del test por hisopado que a F.C. se le practicó post mortem.
Cumpliendo con los protocolos que dicta el Ministerio de Salud de la Nación, el cuerpo fue manipulado como si se tratara de un caso positivo y permaneció preventivamente en la morgue del nosocomio hasta que se produjo el informe del sector de Laboratorio.
Solo después de expedido el certificado se procedió a la entrega de los restos mortales a una funeraria local, con féretro cerrado y sellado, para que fuera trasladado a la sala velatoria.
Según establece también el protocolo que deben respetar las casas fúnebres, el servicio velatorio se extendió por dos horas el mismo día sábado 25 de abril y con la sola presencia de familiares.
La caja mortuoria será oportunamente trasladada al crematorio de la ciudad de Rio Gallegos, Santa Cruz.
La tercera activación
Los registros indican que hasta el momento no hay oficialmente ningún fallecido por haber padecido coronavirus en Tierra del Fuego.
No obstante ya se activó tres veces el protocolo, ante posibles casos sospechosos que terminaron por descartarse ante el informe de negatividad luego de realizado el hisopado de práctica.
El primer hecho se remonta a los inicios de la cuarentena, a mediados de marzo, al fallecer una paciente añosa en un sector de aislamiento del Hospital Regional Ushuaia. En torno a ese caso existe inclusive una acción judicial impulsada por la hija de la fallecida, quien sostiene que el deceso de su madre fue por COVID 19 y no por un paro cardiorespiratorio derivado de la enfermedad oncológica que padecía, como consta en su acta de defunción.
El segundo caso ocurrió hace pocos días atrás al fallecer un hombre joven, con una discapacidad, en el domicilio que compartía con su hermana y su cuñado, en la calle Isla de Año Nuevo. Después de varios días de fiebre, el muchacho murió y se realizó en torno de la vivienda un operativo especial, ante la sospecha de que podría haber estado afectado por COVID 19. Nuevamente el resultado del hisopado fue negativo, aunque en medio una serie de desprolijidades hicieron que el cuerpo de quien no se sabía aún si estaba infectado o no, permaneciera en una funeraria privada, fuera de todo marco de cuidado y prevención.
La tercera activación es la de doña F.C., quien debido a las graves dificultades respiratorias y la presunción de que pudiera haber estado contagiada, fue derivada el viernes último desde el Sanatorio San Jorge al Hospital Regional, en donde falleció el sábado en horas de la madrugada. Por tercera vez el hisopado practicado arrojó resultado negativo.
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