Juan Alberto Miño Obregón fue convocado a prestar declaración indagatoria el jueves último, pero optó por guardar silencio. Damnificó a decenas de vecinos.
La Justicia decidió que el autor del delictivo raid por las calles de Ushuaia continúe detenido. En la madrugada del martes último, el sujeto de frondoso prontuario tajeó unas 60 ruedas de vehículos estacionados, entre los que se contaron dos combis de pasajeros.
Decenas de vecinos de Ushuaia constataron con pesar, al dirigirse a sus vehículos en la mañana del martes 4 de junio último, que una o más ruedas de sus rodados estaban en llanta. Al examinarlas pudieron darse cuenta de que los neumáticos habían sido dañados con algún tipo de elemento filoso y punzante.
Radicadas las denuncias por las víctimas de los hechos vandálicos, se abocó al esclarecimiento del caso el personal de calle de la comisaría primera.
De inmediato procedieron a analizar las cámaras urbanas, las que mostraron a un sujeto caminando por la calle Hol Hol, luego por el barrio 245 Viviendas, para llegar a Gobernador Campos y Gobernador Paz, descendiendo por Roca, dejando a su paso un tendal de neumáticos tajeados. Munido de un filoso cuchillo, al hombre de 28 años de edad se lo ve acercarse al vehículo elegido, colocarse en cuclillas, hundir el elemento corto punzante y rápidamente seguir su marcha rumbo a otro blanco, sin inmutarse. El individuo se solazó dañando las ruedas de rodados particulares estacionados y también de dos SUV 4 por 4 de la empresa de turismo Adventure. Además dejó en llanta a dos unidades de las empresas de transporte de pasajeros Líder y Montiel.
El mismo día martes, a las 18 los uniformados lograron localizar a quien resultó ser Juan Alberto Miño Obregón, de 28 años de edad, poseedor de un frondoso historial criminal. El sujeto fue interceptado en la esquina de las calles Soberanía Nacional y Eva Perón, en el barrio San Vicente de Paul, llevando entre sus ropas un cuchillo.
El inexplicable proceder vandálico de Miño Obregón causó todo tipo de comentarios, ni bien conocida la noticia. Algunos especulaban acerca de algún acuerdo con gomerías o casas de venta de neumáticos, otros con un supuesto sentimiento de envidia “hacia quienes tienen auto”, y otros más, asociaban el comportamiento delictivo a la problemática de consumos de alcohol y drogas del imputado.
Los damnificados, en tanto, refirieron su desconcierto e indignación ante los atentados: “Tuve que pagar medio millón de pesos para poder tener el vehículo en condiciones y poder llevar a los chicos al colegio e ir a trabajar. El seguro no me cubrió nada y ya averigué que al hombre este no se lo puede demandar porque es insolvente. Me partió al medio el presupuesto familiar” – sostuvo uno de ellos.
Silencio
El día jueves 6 de junio Juan Alberto Miño Obregón fue conducido a la sede judicial del barrio Monte Gallinero, para ser sometido a declaración indagatoria. Requerida su versión de lo ocurrido, el hombre se negó a declarar.
Debido a que el sujeto cuenta con antecedentes criminales, terminada la audiencia se decidió que el imputado continúe privado de la libertad pero ya no en una comisaría sino en la Alcaidía.
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