SINIESTRO NEGOCIO: VIAJABA DESDE RIO GRANDE A VENDER MARIHUANA Y ACIDO LISERGICO A USHUAIA.
Personal policial de la Comisaría 1era detectó la maniobra de pase de manos y corrió varias cuadras tras el narco hasta lograr detenerlo.
Un joven que se movía con soltura entre otros muchachos de su misma edad que acababan de salir del Colegio Técnico Olga Bronzovich de Arko, sito en la calle Gobernador Paz frente al Monumento al Centenario, no pudo evitar llamar la atención de los integrantes de una patrulla policial que pasaba por el lugar en una recorrida de rutina.
En los playones ubicados sobre calle Darwin, a metros del establecimiento educativo, el narco, con el rostro parcialmente oculto por una gorra de color rojo, sacaba del interior de una mochila “algo” que entregaba a los adolescentes y que éstos introducían en sus bolsillos, con movimientos rápidos. Al sentirse descubierto, comenzó a correr a toda velocidad en forma descendente en dirección a San Martín, siendo interceptado por un móvil policial que ascendía por Guaraní. Con gran agilidad, el individuo volvió sobre sus pasos y continuó su huida nuevamente hacia la rotonda emplazada frente a la escuela para después girar rumbo al edificio del Juzgado Federal (ex Hotel Antártida), en donde descartó una mochila. En ese momento llegaron hasta él los uniformados y procedieron a reducirlo y a detenerlo.
En presencia de testigos, al procederse a la apertura de la mochila se encontró una bocha de 50 gramos de marihuana, equivalente a unas 70 dosis o porros y numerosos cartones de ácido lisérgico, LSD. Un DNI a nombre de Santiago Martín Centurión, revelaba su identidad y su domicilio, la ciudad de Río Grande.
Posteriormente este medio pudo saber que Santiago Martín Centurión, quien solo usa su segundo nombre y su apellido para presentarse, tiene 22 años de edad y es oriundo de la ciudad norteña fueguina, desde donde ahora la Justicia investiga la periodicidad con la que viajaba a Ushuaia para vender su siniestro cargamento.
En el lugar, los alumnos del colegio técnico observaban con divertida curiosidad las corridas y la detención del sujeto que momentos antes había logrado vender una cantidad no precisada de droga a algunos de ellos, los que no pudieron ser individualizados.
ACTUACION DESTACABLE
Diario Prensa logró averiguar, pese a que los datos identificatorios de los uniformados que participan de un procedimiento resultan de muy difícil acceso, el nombre de al menos cuatro de los policías de la Comisaría 1era., con sede en la calle Antonio Romero entre Solís y Magallanes, que supieron observar lo que estaba ocurriendo y que no dudaron en comprometerse en la persecución y captura del vendedor de estupefacientes.
Se le debe al cabo Norberto Vázquez y a los agentes Alesis Almada, Otto Maidana y Cáceres, el reconocimiento por haber cumplido eficazmente su deber de cuidar a la comunidad y en este caso en particular, a los alumnos de un establecimiento secundario.
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