La búsqueda de la identidad social en TDF.
El testeo es revolucionario y fenomenal, porque a pesar de la complejidad de la materia tratada, se resume a una sola pregunta, y quizá ahí radique el enorme aporte del descubrimiento. En definitiva, el test de corrupción consiste en preguntarle a cualquier dirigente político de Tierra del Fuego, qué opina de la ampliación del Superior Tribunal de Justicia de la provincia.
Prestigiosos investigadores y científicos del mundo han realizado un poderoso descubrimiento en medio de la pandemia de corrupción que azota a gran parte del globo.
Lo novedoso, es que el avance de la ciencia tiene una aplicación específica aquí en Tierra del Fuego.
La investigación partió del problema que significa descubrir a los funcionarios y dirigentes políticos involucrados en casos de corrupción, debido a que los miembros de esta clase social porfían en no admitir ningún tipo de responsabilidad en los hechos a los que aparecen vinculados.
Así, aun hallados in fraganti con una llave en la mano, la caja fuerte de fondos públicos abierta delante suyo, y los bolsillos repletos de dinero, son capaces de argumentar que pasaban casualmente por ahí, la llave la encontraron en el suelo y la plata se las puso alguien que los quiere perjudicar.
El estudio científico también delimita el ámbito de la corrupción, y aclara que no siempre se trata de quedarse directamente con fondos públicos, sino que a veces alcanza con avalar decisiones o sancionar leyes que provocarán un grave perjuicio institucional del que ellos pasarán a ser cómplices directos, por acción o por omisión.
Según los especialistas, casi siempre resulta complejo y dificultoso definir este tipo de hechos como de “corrupción”, porque los responsables suelen escudarse en argumentos repletos de palabras patrióticas, como “necesidad”, “bien común”, “reforma histórica” y cosas por el estilo.
Sin embargo, el estudio descubrió un test rápido de anticuerpos de corrupción, similar al PCR que se utiliza para el coronavirus, pero efectivo en un 99% para descubrir quién es quién entre la dirigencia fueguina activa del año 2020.
El testeo es revolucionario y fenomenal, porque a pesar de la complejidad de la materia tratada, se resume a una sola pregunta, y quizá ahí radique el enorme aporte del descubrimiento.
En definitiva, el test de corrupción consiste en preguntarle a cualquier dirigente político de Tierra del Fuego, qué opina de la ampliación del Superior Tribunal de Justicia de la provincia.
Como se podrá notar, es muy fácil de realizar. Solo hay que esperar cruzarse en la calle, en un bar, en una reunión esencial, en un reportaje televisivo o por radio, con alguno de estos dirigentes. Puede ser un juez del actual Superior Tribunal, puede ser un legislador provincial, un intendente, o el mismísimo gobernador.
En cualquier caso, la pregunta es siempre la misma: ¿Qué opina usted de la ampliación del Superior Tribunal de Justicia?
Es muy interesante, porque en otros momentos de la vida política fueguina, la cuestión no aparece tan clara, ni tan certera ni tan reducida a una sola interrogación.
En cambio, gracias a la pandemia (me refiero en este caso a la de corrupción) todo se vuelve más sencillo de entender, gracias, por supuesto, a este impactante descubrimiento científico.
Con el PCR de la corrupción fueguina, es posible saber sin mayores trámites, si la persona testeada apoya o no apoya, uno de los mayores avances del poder político sobre el funcionamiento de la justicia desde la provincialización.
Desde que Manfredotti jubiló a la fuerza a la mayoría de los jueces para sustituirlos por otros afines a sus pretensiones, no se producía una intromisión semejante.
Lo que da idea de la gravedad de lo que está a punto de ocurrir, a la vista de todos, es cómo la clase dirigente se abroqueló sin fisuras, detrás de este proyecto.
Analicemos.
El gobernador Gustavo Melella, que llegó al gobierno repitiendo como el padre nuestro que era necesario separar a la política de la selección de jueces, y que había que modificar por ello el sistema de selección de jueces, ahora avala la reforma del Superior Tribunal que implica nombrar a jueces desde la política y por el mismo sistema que él mismo criticaba. El test a Melella le dio positivo.
Los legisladores del Partido Verde, grandes opositores a la gestión de Melella, integrantes del sector político que a nivel nacional reformó la Corte Suprema y promovió la llegada de jueces idóneos e incuestionables, avala la ampliación del Superior Tribunal que implica habilitar la llegada a la cúpula del Poder Judicial de los peores y más recalcitrantes exponentes de la patria judicial fueguina. Test positivo para los legisladores verdes.
Los legisladores peronistas llamémoslos “puros”, que llegaron a sus cargos de la mano de los votos de la ex gobernadora Rosana Bertone, una opositora de Melella y crítica del avance de las mafias sobre el Poder Judicial, avalan el proyecto de ampliación de la Corte. PCR positivos para ellos.
Los legisladores de la UCR-Cambiemos, cuyo máximo referente es el ex presidente Mauricio Macri, padre simbólico de la defensa de la república y de la lucha contra la corrupción K, y entre cuyos referentes se encuentra la Madre Teresa Elisa Carrió, también avalan la ampliación del STF fueguino. Testeo positivo para ellos.
Ni hablemos del Movimiento Popular Fueguino cuyos testeos lucen innecesarios por haberse producido entre ellos un contagio en masa. En realidad un contagio en Sergio Massa, que era su referente nacional hasta que consiguieron la alianza con Melella. Inmunidad de rebaño para todos ellos.
El problema es que quedan más por ahí, dispersos. Hay que salir a buscarlos para hacerles el test.
Todos tenemos que colaborar en la lucha contra la pandemia. Hay que salir a testear, y aislar a los casos positivos. Testear y aislar. Es la única forma.
Es la única manera de terminar con esta peste, que nos afecta a todos.
Diario Prensa
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