Nunca más…
¿De qué nos vamos a disfrazar los argentinos cuando nos metan las manos en nuestros ahorros?. Entonces sí, vamos a salir a la calle y por fin muchos van a comprender lo que hoy estamos viviendo los pobres, los de abajo de la clase media. ¿De verdad vamos a esperar que este loco de manicomio saque adelante el país?. Desde mis 5 años hasta hoy, a punto de cumplir mis 66 años ¿saben las veces que he visto llorar a mi padre cuando los gobiernos confiscaban los ahorros y hasta los sueldos?. Mi papá tenía que salir hacer jardines, podar o atar leña por unos centavos para alimentarnos y para pagar la luz o comprar velas.
Esos gobiernos autoritarios te seducen para que los votes y despues te la mandan por detrás sin vaselina. Les tenés que dar todo, hasta que ya no hay más nada que te puedan quitar. Y después, a llorar al campito. De la noche a la mañana miras a tu alrededor y ves el panorama desolador que sobreviene después del despojo, como si hubieses despertado del infierno o de una guerra. Y juntando tus cenizas pensás… y ahora qué hago?. Y nada, solo te queda comenzar de cero, desde abajo, hasta cirujeando para sobrevivir porque trabajo no hay. Hasta la plata de las jubilaciones se llevan, se afanaron todo. ¿Alguien va a reclamar a viva voz como grita el loco de La Libertad Avanza?. Te hicieron creer eso, que la libertad avanza, porque muchos ingenuos y sin la experiencia de los que vivimos años duros, cayeron como chorlitos. Ganaron su confianza, su respaldo, defendieron lo indefendible hasta pelear inclusive con los amigos y después cuando se despertaron de una pesadilla que nunca creyeron vivir alguna vez, quedaron azorados. Yo lo viví. Yo lo sufrí. Pero no hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver. Los poderosos ahora están enojados porque no les dejaron tocar los recursos de las provincias. Hay que recordar que justamente para evitar el vaciamiento de la patria, en 1994 y con la reforma de la Constitucion, se puso un párrafo para proteger mejor sus riquezas y que cada provincia se hiciera cargo y defendiera con su vida de ser necesario sus recursos. Para que no vengan dictadores como los “libertarios” a robarnos el fruto del esfuerzo ganado con el sudor de nuestra frente. El grito de “Los gobernadores unidos, jamás serán vencidos”, quedó en la memoria de la gente que como yo, sufrimos y mucho.
Quizás el mal de los argentinos de hoy sea no haberles enseñado a los hijos, a las nuevas generaciones, la historia de nuestro país. Por eso tal vez nos sucedan estas desgracias. Si nos comprometemos con la familia y con nuestra nación, tal vez esto no nos vuelva a pasar y haya un “nunca más” ante el engaño.
Quedamos pocos de aquella época triste del país, cuando también hubo un “nunca más” que se conmemora cada 24 de marzo. Pero para no caer en los mismos errores debemos tener memoria. Y estar atentos porque hoy ¡sorpresa! los tenemos de nuevo en el Gobierno, camuflados y elegidos por el voto popular.
Sin palabras. Solo tristeza y dolor.
Emma Beatriz Serio
Ushuaia
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Diario Prensa
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