La historia detrás de la Marcha de Malvinas, creada 43 años antes de la guerra.
Creada en 1939 a través de un concurso nacional, la Marcha de Malvinas se convirtió en un emblema de la reivindicación argentina sobre el archipiélago. En Tierra del Fuego, su entonación es obligatoria en actos oficiales y escolares, consolidando su lugar en la memoria colectiva.
La Marcha de Malvinas es mucho más que una canción patriótica: es un símbolo de la soberanía argentina sobre las islas y un canto de reivindicación que, década tras década refuerza el sentimiento malvinero en el país. Su origen se remonta a 1939, cuando el gobierno de Jaime Gerardo Roberto Marcelino María Ortiz creó la Junta de Recuperación de las Malvinas, con el objetivo de concientizar a la población sobre la causa.
En ese marco, se organizó un concurso poético-musical para componer una marcha que reflejara la firmeza del reclamo.
El escritor Carlos Obligado y el músico José Tieri resultaron ganadores con una composición que, con el paso del tiempo, se convirtió en una pieza fundamental de la identidad nacional. Su letra evoca la lucha por la recuperación del territorio, el honor de quienes lo defendieron y la promesa de que las islas siempre estarán en el corazón de los argentinos.
Décadas después, la Guerra de Malvinas en 1982 reforzó el significado de la marcha, que comenzó a ser entonada con más fuerza en cada homenaje a los caídos y en cada acto oficial relacionado con la causa.
En 2017, bajo la gestión de Rosana Bertone, Tierra del Fuego la declaró canción oficial de la provincia a través de la Ley N°1.154, promulgada mediante el decreto 1.188/17. Desde entonces, su interpretación es obligatoria en todos los actos institucionales, oficiales y militares organizados por cualquiera de los tres poderes provinciales. También se canta en los actos escolares de todos los niveles, consolidando su enseñanza en las nuevas generaciones.