¿Golosinas… son sinónimo de caries?
Uno de los grandes enemigos de los dientes parecen ser las golosinas, pero ¿realmente lo son?.
Se culpa muchísimas veces a las golosinas por la aparición de caries en niños, lo cual genera un gran interrogante para aquellos padres que aunque limitan el consumo de las mismas, ven de todas maneras sufrir a sus hijos de dolores provocados por esta enfermedad dental.
Es cierto que las golosinas contienen una gran cantidad de azúcares, pero la diferencia entre éstos y muchos otros alimentos se basa específicamente en su característica adhesiva, que los hace llamarse comúnmente alimento pegajoso, ya que como su nombre lo indica, se pegan a la estructura dentaria con una adhesión fuerte que sólo el cepillo es capaz de remover.
Entonces lo que debemos comprender es que lo que hace distinto a un caramelo de una fruta o un yogurt es su pegajosidad; por lo cual , entender como ¨mas sano¨ a éstos últimos, es un grave error. Las frutas contienen azúcar en una estructura química distinta pero sigue siendo un buen alimento para las bacterias que generan caries.
Se debería empezar a asociar a las caries dentales con la ausencia del cepillado dental más que con el consumo de golosinas, y comenzar a aceptar que éstas no son enemigos de los dientes, pero sí a la falta de higiene dental.
Para aquellos papás que encuentran complicaciones dentales en niños que tienen limitación de consumo de golosinas, es importante que comprendan que el consumo de leche, con o sin agregados dulces, puede generar caries igual si no se hace un correcto cepillado luego de su consumo; también sucede lo mismo con las frutas como se dijo antes, y el resto de alimentos que contengan hidratos de carbono.
El correcto cepillado dental luego de las comidas es lo único que puede prevenir esta enfermedad prevalente tanto en niños como adultos. Y este procedimiento es responsabilidad de los adultos hasta que le niño tiene aproximadamente entre 9 y 10 años de edad, donde desarrollan la motricidad necesaria para realizar una buena técnica de higiene por sí solos.
En niños pequeños, donde las caries comienzan a debilitar sus dientes a muy corta edad, se debe tener en cuenta que algún habito alimenticio debe cambiar, como colocar azúcar o chocolate en las mamaderas , o embeber el chupete en gaseosas, miel u otras sustancias altamente azucaradas.
Es importante que ante cualquier mínima sospecha de caries, se concurra a la consulta con el odontólogo.
No olvidar: Luego del cepillado nocturno lo único que pueden consumir sin riesgo de caries, tanto niños como adultos, es agua. En el caso de los niños más pequeños que se duermen con la mamadera, se deberá intentar hacer un cepillado sin pastas dentales con el niño dormido. Y en las situaciones donde se vuelve imposible esa técnica, no hay que estresarse, pero si entender que esa mamadera no debe contener ningún tipo de agregado de azúcar.
¡La prevención es salud!
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